viernes, 27 de enero de 2012

Corea y la colaboración con grandes conglomerados: Si no puedes con ellos, únete a ellos.

- Todo el mercado coreano está copado por enormes conglomerados empresariales.

- La entrada de una empresa extranjera en uno de sus negocios supone una carrera de obstáculos hacia el beneficio del proyecto.

- ¿Competir o cooperar? He ahí la cuestión.

Si se realizara una encuesta en Europa para analizar la notoriedad de las empresas coreanas, preguntando cuáles se conocen y qué ámbito de negocio abarcan, seguramente extraeríamos que Hyundai, o Daewoo, dedicadas a la automoción, o Samsung y LG, dedicadas a la comercialización de productos electrónicos, son de lo más reconocido. Lo que quizá la gente no sepa es que están viendo la punta del iceberg de verdaderos gigantes empresariales.


Están en todas partes. Los principales grupos empresariales en Corea han ido realizando en los últimos tiempos una serie de integraciones tanto horizontales como verticales que les ha llevado a ir copando casi todos los sectores que atañan a los bienes de equipo y de consumo en la sociedad. Esto ha provocado que 5 o 6 compañías logren tener un poderosísimo control en el mercado coreano, que solo va a más debido a que, al ser más grandes, sus capacidades de financiación se multiplican en relación a otras empresas más pequeñas a la hora de acometer nuevos proyectos, o de invertir de en investigación y desarrollo para nuevos productos o negocios, además de tener la posibilidad de repartir pérdidas y ganancias entre diversas empresas del grupo.No es extraño darse un paseo por Seoul y cruzarse con un centro comercial, al más puro estilo Corte Inglés, llamado Hyundai Department Store, o uno similar de Daewoo. Tampoco sorprende encontrarse un supermercado Lotte, la mayor cadena de distribución coreana (donde puedes comprar cosméticos de LG), y en la misma calle más adelante un Lotteria, cadena de fast food competidora de Mcdonald’s y Burguer King, de la misma compañía. Poniendo la televisión se escuchan a diario noticias como la adjudicación de un proyecto de ingeniería civil en Oriente Medio a Samsung, y partidos de baseball entre el KIA Tigers y el SK Wyverns.

Pero esto no se queda en una mera victoria propia de una economía libre de mercado. Herencia de una relación paternalista entre gobierno y gran empresa en Japón, el gobierno coreano tiene la tendencia a apoyar a estos grandes conglomerados, parte por el poder político que éstos pueden llegar a ostentar, parte por mera cultura empresarial asiática. Pese a que no se ha establecido en ningún momento que de hecho estén recibiendo ayudas contrarias a los compromisos OMC de Corea, indudablemente, gran parte de las subvenciones compatibles que concede Corea (para fomento de la investigación, reconversión industrial, etc.) benefician a dichos conglomerados.

Por último, huelga decir la imagen que estas empresas tienen en su país, y el sentimiento de patriotismo que genera en sus ciudadanos. Para un chico que termina su carrera de informática, trabajar en Samsung es el mayor de sus sueños. Es más, dejar la “gran empresa” una vez se está dentro es poco menos que un deshonor a la patria. Y esto, obviamente se refleja en las cifras de venta de sus productos respecto a otros en su mercado.

Ante este panorama, puede parecer que la entrada de cualquier tipo de empresa en Corea resulte una misión imposible, y una absoluta traba hacia el comercio exterior. Pero, ¿en qué medida esa afirmación es cierta?

Gran parte de la cultura empresarial se basa en la competitividad, y en ser más y mejor que quien fabrica o vende lo mismo que tú. La clave es modificar esa visión y traducirla en cooperación con estas empresas.

Este tipo de cooperación puede significar incluso no llegar a entrar en el mercado coreano. Por ejemplo, un acuerdo de colaboración con Samsung Engineering puede llevar a una empresa a desarrollar un proyecto de construcción de una planta petrolífera en Perú. De la misma manera, una marca de ropa española puede transmitir su know how a una coreana, con vistas a abrir una tienda en el país asiático en un futuro cercano.

Esta búsqueda hacia la colaboración entre empresas no es unilateral de fuera adentro. De hecho, hace tan solo unos días la empresa Samsung Electronics ha puesto en marcha una aplicación web llamada Core Competency Proposal System, dedicada a recibir propuestas de compañías extranjeras que ofrezcan colaboraciones para diferentes proyectos con la empresa coreana.

Las compañías que deseen participar no deben tener ningún tipo de acuerdo o negocio en común con Samsung Electronics, y el ámbito de negocio debe estar dentro de las actividades que la empresa recoge en su página web: http://www.samsung.com/us/business. Se puede descargar la aplicación desde la dirección http://www.secbuy.com/index_en.html.

Este es un claro ejemplo de lo que un gran conglomerado empresarial busca con las cooperaciones: Expandir su red de compras y negocios, además de recibir ideas sobre productos que puedan utilizar para hacer más grande su portfolio de productos. Por parte de las empresas extranjeras en este campo, un tipo de colaboración con Samsung le supone salvar el mayor de los escollos en el mercado coreano, pasando de resultarle imposible vender sus productos en el país asiático a estar éstos apoyados por una de las logísticas, distribuciones e imagen de empresa más fuertes del mercado.

En conclusión, cuando se define la oferta en Corea, y en otros países de similares características, no siempre han de verse como competidores a batir, y sí como potenciales socios empresariales.

Alberto Alba

1 comentarios:

Hemos pasado a visitarte, enhorabuena por tu blog.

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